lunes, 17 de agosto de 2009

La cotorras de Oviedo presenciaron instalación de plataformas

Oviedo-Pedernales. Al título de este artículo se le podría aplicar lo que dijera Mark Twain sobre el rumor que anunciaba su muerte: "Es una exageración". La verdad es, sin embargo, que bandadas de cotorras silvestres sobrevolaron continuamente las áreas donde se erigieron ambas plataformas: Fondo Paradis, en las cercanías de la caseta de Áreas Protegidas, y Cacos, una zona que no pertenece al Parque pero que es una importante área de alimentación de las cotorras.

Este taller cumple con el requisito que desde hace años exijo a un proyecto cuyo objetivo es la conservación de alguna especie: que el animal se entere de nuestros esfuerzos. Que lo que hagamos tenga un efecto positivo inmediato o a corto plazo en los organismos que pretendemos proteger. La situación de las cotorras es tan apremiante que no puede esperar. El momento oportuno es ahora.

Llegamos a Oviedo cerca de las 3:00 pm, en donde nos esperaba un almuerzo ofrecido por el Grupo Jaragua. Los colegas extranjeros que nos visitan perciben de inmediato la diferencia con el ambiente en la metrópolis: hospitalidad y entusiasmo, participación plena tanto de los empleados de Secretaría de Medio Ambiente como de los voluntarios del Grupo Jaragua. La cordial acogida en Oviedo contribuyó a borrar las huellas que dejaron las dilaciones burocráticas y "la insolencia del cargo".

Los participantes de este taller aprendieron a construir plataformas mientras las hacían y al final quedó un producto tangible y funcional, listo para ser usado. Estas plataformas, que no son más que una tabla de plywood de 3x3 pies, sostenidas por listones de pino, facilitarán significativamente los estudios imprescindibles para un manejo adecuado de la población, ya que por su ubicación permitirán monitorear las poblaciones cuando vuelan de sus predios de anidamiento a sus cotos de alimentación. Además, la utilidad de estas instalaciones podrá ser evaluada casi de inmediato. A esto me refiero cuando digo que las especies deben enterarse de los proyectos que luchan por su conservación.

Los participantes tuvieron la oportunidad de satisfacer sus inquietudes sobre aspectos importantes del manejo de poblaciones de cotorras: las fechas convenientes para realizar los conteos, la ubicación correcta de los nidos artificiales, el anillamiento de los pichones. Nos enteramos también de los problemas de la zona que son muchos: Oviedo sigue sin agua; para adquirir derechos de propiedad basta cercar con alambre un área; escasea el combustible que permitiría hacer un mejor trabajo y, lo peor de todo, saquear nidos de cotorras es un deporte regional.

Terminados los trabajos, el lunes en la tarde comenzamos el regreso a Santo Domingo, para seguir al Parque del Este al día siguiente. De nuevo pasamos frente a un gracioso cementerio marino. A nuestra derecha, en una multiplicidad de tonos azul y verde, disfrutábamos del mar que es siempre igual y es siempre distinto.
NOTICIA: DIARIO LIBRE

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