domingo, 8 de marzo de 2009

Milagros Ortiz Bosch, orgullosa de su apellido...

SANTO DOMINGO.- Ese apellido Bosch ha tenido un peso extraordinario en la vida de Milagros. Desde que era una niñita escuchaba en la casa mencionar casi en susurro el nombre del tío Juan, que fue creciendo en ella como personaje de leyenda, admirado hasta la idolatría por la familia, por sus abuelos, por sus padres, por sus tíos, por sus amigos... Pero odiado y temido por Trujillo y sus agüizotes.

Era una especie ó el tío Juan para Milagrosó del Robinson Crusoe de los ingleses del l700 o de Supermán para los americanos de mediados del siglo pasado. Era un héroe o algo más para los primos que se criaron junto a ella conociendo óa veces a hurtadillas, por temor a la represión trujillistaó la historia del hombre que había adquirido fama en la literatura y en la política por desafiar a la tiranía.

Milagros Ortiz Bosch siempre ha estado orgullosa del apellido materno, de origen catalán, y reconoce que ha sido su tío Juan Bosch Gaviño el más respetado, brillante y sobresaliente miembro de la familia. Orgullo de sus descendientes, pero también de su ascendencia.

Una vida fuera de lo común
La familia de Milagros vivió siempre acosada por la dictadura. Frente a la casa desfilaban los calieses con total desparpajo, y el paletero de la esquina o el limpiabotas de los sábados era siempre un confidente de los servicios de inteligencia del régimen. Su tío Pepito era llamado a cada rato para ser interrogado por el SIM (Servicio de Inteligencia Militar) y fueron muchas las ocasiones en que paró en la cárcel por ser enemigo del gobierno y hermano del tío Juan.

En el colegio Santa Teresita, donde estudió, Milagros tuvo la suerte de que la mayoría de los profesores adversaran al régimen de Trujillo. Entre ellos estaban los profesores Maricusa Ornes, Carmen Natalia Domínguez, Ligia Echavarría y Poncio Sabater. El Santa Teresita era un colegio seglar y estaba muy influenciado por la escuela del humanista Eugenio María de Hostos y, por vía de consecuencia, casi todos los maestros conocían por referencia o eran amigos de Juan Bosch.

Esa fue una época muy difícil para la familia. Algunos vecinos fueron perseguidos porque trabaron amistad con los Bosch. Los abuelos maternos de Milagros partieron al exilio luego de buscar protección diplomática en su condición de ciudadanos extranjeros; Doña Angelita, la madre de Milagros y hermana del tío Juan, era perseguida al igual que su esposo y el resto de la familia.

En una ocasión, ya siendo una joven adolescente, Milagros fue llamada por la madre de una amiga que celebraría en esos días la fiesta de sus l5 años. Le dijo que ella, Milagros, no podía ir a la fiesta de su hija porque Angelita Trujillo había confirmado que asistiría. Pero eso no la humilló ni la entristeció. A fin de cuentas, Milagros ya se había acostumbrado a ese tipo de desplante por parte de amigos o defensores de la familia Trujillo o de personas que simplemente querían cuidarse de no caer en desgracia con el jefe, porque desde niña tanto los padres como los abuelos le habían advertido que la familia completa era tipificada como desafecta al régimen, por lo que las discriminaciones de ese tipo eran comunes contra Milagros y sus primos, y en particular contra el propio hijo del tío Juan, León Bosch, que para la época era también un joven y se había criado con sus abuelos. MAS INFO... LISTIN DIARIO

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