Nueva York. Científicos de la Universidad de Cornell anunciaron ayer que detectaron por primera vez la presencia de ballenas azules, en las aguas de Nueva York, a tan solo un centenar de kilómetros de la costa.
"Es simplemente increíble oír uno de estos cánticos a tan solo decenas de millas de Broadway o del Canegie Hall. Es la primera vez que se documenta", aseguró el director del Programa de Investigación Bioacústica del Laboratorio de Ornitología de la universidad neoyorquina, Christopher Clark, en un vídeo colgado en su página web. Miembros de ese programa de investigación consiguieron grabar los sonidos de uno de esos gigantescos cetáceos a poco más de cien kilómetros de la costa de Long Island, así como los de otro algo más lejos de la isla neoyorquina.
Aunque estos animales, que pueden llegar a medir hasta treinta metros y pesar más de cien toneladas, pueden encontrarse en mares de todo el mundo, normalmente se mueven por aguas mucho más profundas y alejadas de la costa.
El registro de sus sonidos tuvo lugar el pasado enero, mientras una ballena azul se desplazaba de este a oeste ante las costas de Long Island.
Al mismo tiempo, se registraron sonidos similares procedentes de otro ejemplar que, en este caso, se desplazaba en el mismo sentido, pero mucho más lejos de la costa. INFO... DIARIO LIBRE
"Es simplemente increíble oír uno de estos cánticos a tan solo decenas de millas de Broadway o del Canegie Hall. Es la primera vez que se documenta", aseguró el director del Programa de Investigación Bioacústica del Laboratorio de Ornitología de la universidad neoyorquina, Christopher Clark, en un vídeo colgado en su página web. Miembros de ese programa de investigación consiguieron grabar los sonidos de uno de esos gigantescos cetáceos a poco más de cien kilómetros de la costa de Long Island, así como los de otro algo más lejos de la isla neoyorquina.
Aunque estos animales, que pueden llegar a medir hasta treinta metros y pesar más de cien toneladas, pueden encontrarse en mares de todo el mundo, normalmente se mueven por aguas mucho más profundas y alejadas de la costa.
El registro de sus sonidos tuvo lugar el pasado enero, mientras una ballena azul se desplazaba de este a oeste ante las costas de Long Island.
Al mismo tiempo, se registraron sonidos similares procedentes de otro ejemplar que, en este caso, se desplazaba en el mismo sentido, pero mucho más lejos de la costa. INFO... DIARIO LIBRE
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