Santo domingo. No hace muchos años que la juventud dominicana tomara la delantera y comenzara a reconocer que en Santo Domingo la vida urbana se disfruta en las plazas y parques.
Omar Rancier, decano de arquitectura de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), y presidente del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios para RD (ICOMOS), dice que la nueva percepción de ciudad explica el atractivo de la zona colonial para los jóvenes.
El descubrimiento de la ciudad ha ido cautivando a la nueva generación a gritos de "¡Vamos pa la Zona!".
"Comienzan a reconocer a la Ciudad Colonial como un sitio diferente," dice. "Es que hay escala, historia en frente de ellos. Son espacios amables, hay asientos, árboles. Es la única zona donde pueden caminar, no tienen que depender del vehículo."
Y dentro de la Ciudad Colonial, Rancier destaca el Parque Colón, la plaza principal de la ciudad antigua, y la describe como "un espacio mágico". Nos invita a observar las diferentes épocas que convergen en su entorno -- colonial, neoclásico y ecléctico (neobarroco e neocolonial).
A los estilos gótico y renacentista de la Catedral Primada de América, seguirían en el siglo XX edificaciones de una notable selección de arquitectos que dejarían un sello monumental a la plaza.
Antonín Nechodoma, quien sería uno de los arquitectos más reconocidos de Puerto Rico, legaría la edificación del Cine Capitolio (1910-20). Osvaldo Báez, quien estudiaría en Francia, haría en el Palacio Consistorial una torre con escalamiento de capiteles jónicos, dóricos y corintios (1917).
Tenemos también el legado de los arquitectos catalanes Tomás Auñón y Joaquín Ortíz, quienes luego harían los obeliscos del Malecón. MAS INFO... DIARIO LIBRE
Omar Rancier, decano de arquitectura de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), y presidente del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios para RD (ICOMOS), dice que la nueva percepción de ciudad explica el atractivo de la zona colonial para los jóvenes.
El descubrimiento de la ciudad ha ido cautivando a la nueva generación a gritos de "¡Vamos pa la Zona!".
"Comienzan a reconocer a la Ciudad Colonial como un sitio diferente," dice. "Es que hay escala, historia en frente de ellos. Son espacios amables, hay asientos, árboles. Es la única zona donde pueden caminar, no tienen que depender del vehículo."
Y dentro de la Ciudad Colonial, Rancier destaca el Parque Colón, la plaza principal de la ciudad antigua, y la describe como "un espacio mágico". Nos invita a observar las diferentes épocas que convergen en su entorno -- colonial, neoclásico y ecléctico (neobarroco e neocolonial).
A los estilos gótico y renacentista de la Catedral Primada de América, seguirían en el siglo XX edificaciones de una notable selección de arquitectos que dejarían un sello monumental a la plaza.
Antonín Nechodoma, quien sería uno de los arquitectos más reconocidos de Puerto Rico, legaría la edificación del Cine Capitolio (1910-20). Osvaldo Báez, quien estudiaría en Francia, haría en el Palacio Consistorial una torre con escalamiento de capiteles jónicos, dóricos y corintios (1917).
Tenemos también el legado de los arquitectos catalanes Tomás Auñón y Joaquín Ortíz, quienes luego harían los obeliscos del Malecón. MAS INFO... DIARIO LIBRE
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