Bogota, COLOMBIA(Reuters) - La ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, liberada después de un secuestro de más de seis años a manos de la mayor guerrilla izquierdista, pasó de ser una popular política a convertirse en una víctima y un símbolo mundial del conflicto interno que azota a Colombia.
De 46 años de edad, Betancourt permaneció en medio de la selva como rehén de las izquierdistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), soportando enfermedades tropicales y las dificultades de la selva.
El reconocimiento que consiguió a nivel internacional y la solidaridad que despertó en Francia y otros países de Europa. también la convirtieron en una especie de "trofeo" de guerra para la mayor fuerza rebelde del país, que era consiente que el mantener como rehén a Betancourt le garantizaba interlocución y protagonismo ante la comunidad internacional. leer mas...
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